Hacía mucho que no pasaba por aquí, y hoy he querido hacerlo para hablar de una herramienta indispensable para las costureras y bordadoras a mano. Os vengo a hablar del dedal.
La misión del dedal es empujar la aguja en la tela y proteger el dedo de los pinchazos de la aguja al empujarla para hacer las puntadas del bordado y las costuras.
Hace algunos años comencé una colección, aunque al principio no era muy grande porque únicamente formaban parte de ella los dedales que se agujereaban del uso y los que no me servían. Muchos no me servían por ser de níquel: soy alérgica a este metal. Únicamente puedo usarlos de plata.
Luego se fueron añadiendo otros dedales de recuerdo de muchos lugares de España, Portugal, e incluso uno de Turquía. Podéis ver algunos ejemplos en la foto superior. Cada cual es más bonito, y estos son solo una muestra. A mí me encantan, y por eso los tengo en un sitio privilegiado en mi hogar.