Desde que era joven veia (y sigo viendo) en algunas ventanas de casas antiguas de mi peblo unas cortinas que me gustaban mucho, y decidí ya de mayor hacerlas para mi casa. Intenté bordarlas en tela de lino deshilada (que era de la que creía que estaban hechas) y veía que no me quedaban igual, dado que al bordarlas en colores siempre quedaba “el cuadradito” de la tela entre los del deshilado.
Un día me enteré de que lo que estaba intentando hacer tenía nombre: encaje de malla, así que intenté comprarla para bordarla yo. Tras preguntar en algunas mercerías me dijeron que eso no se vendía previamente hecho, sino que había que tejerla.
Y me enteré de casualidad de la existencia de una señora de mi pueblo que podía enseñarme a tejerla (y a la que estoy muy agradecida). Así que compré la lanzadera, que es como se conoce a la herramienta usada para tejer la malla, y aprovechando mis libros antiguos de bordado en malla (y cuyos motivos usaba ya para hacer mis deshilados), me puse manos a la obra.
Aquí podéis ver el resultado. La técnica de bordar es la misma que en tela deshilada (punto zurcido, al espírito santo, al lienzo, o deshilado antiguo), aunque lógicamente el inicio y el final de la hebra de hilo es diferente, pues aquí no hay tela donde disimular los remates.
En esta ocasión está bordada en punto zurcido y resulta muy alegre, al estar bordada en distintos colores.
¡Espero que os guste!